Una HISTORIA CONTADA POR MÍ No estuve en aquel lugar, pero tengo en la mente la historia de María, siento esa particularidad de escribir sobre su vida, porque siento esa responsabilidad de hacerlo, llevo años intentando negar esa realidad, sin embargo, la vida nos obliga a cumplir nuestra misión, porque donde quiera que estemos, si no hacemos lo que nos corresponde, tendremos una vida miserable, lleno de angustia y decepciones, por ello es imperativo ser nosotros mismos. Yo recuerdo el día que, a María, ella estaba sentada esperando a su mamá, en una esquina donde abundaba la milpa, era una mujer muy tímida, no pensaba otra cosa ver llegar a su mamá. Estaba vestida de color verde, con su corte de lana, un güipil verde y un suéter bien delgado, con un canasto a su lado, se veía una mujer despreocupada de las responsabilidades de la vida. Hasta que un joven, interrumpió esa paz, se acerco y con sus dotes de poeta, le dice “Hola, preciosa, por que tan solita, te pueden robar” A ...
Guatemalteco, Maya K'ich'e.