¡ELLA, SE FUE!
¡ELLA, SE FUE! Pero, me dejó su mayor y más hermoso orgullo, la alegría de su corazón, su confidente, y el amor de sus amores, lo escribo porque lo vi y lo sentí.
Benditos
años, corres más rápido que nuestras aspiraciones, sin que te importe el
bullicio o la quietud, ahora te has
llevado una parte de nuestra vida, sin consultarnos, sin considerarnos, sin
explicarnos, simplemente implacable. Pero, nos dejas lecciones que ojalá entendamos.
Ante
la irreparable ausencia de alguién que se fue de quién aprendimos a vivir
entre el silencio de la boca y los gritos de la mente, dejando que nuestros
vientos interpretaran nuestras intenciones.
Hoy
los colibrís nos cuentan, ella los defendió, ella declaró un futuro increíble
para ustedes, ella se compadeció de ustedes, creía que algún día recibiría la
recompensa de tantos favores. Pero, se fue, antes que alcanzáramos un primer
peldaño de nuestros sueños. Solo nos deja un espíritu de FE y ESPERANZA, porque
siempre declaró bendición sobre nuestras vidas.
Ella,
aspiró y luchó por la eternidad.
Ella,
buscó y luchó por la prosperidad.
Ella,
amó y luchó por la unidad de la familia.
Ella,
cuidó y mantuvó la juventud del alma.
Ella,
agradeció y enseñó la gratitud.
Ella,
enseñó y practicó la fidelidad.
Ella,
alimentó y cuidó el cuerpo, el alma y la mente.
Ella,
sonrió y lloró porque era humana.
Ella,
disfrutó y sufrió las cosas de la vida.
Ella,
confió y exigió en quién tenía confianza.
Ella,
habló y practicó la generosidad.
Ella,
oró y habló con Dios.
Ella,
fué feliz y triste, porque amaba sentir.
Ella,
fué lo que debía SER.
Hoy se fue, diciendo adiós entre lágrimas y dolor, esperando que lo que no pudo ver,
suceda en la vida de sus próximas generaciones, porque su FE, jamás lo perdió.
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