¡Inefable Felicidad!

¡INEFABLE FELICIDAD!

Mis amaneceres, instantes perpetuos y perfectos, 

porque los pensamientos vuelan por el ocaso, 

mientras mi estado físico, disfruta de la vida, susurrando en mi cerebro; 

Si tan solo pudiera, comprender y escuchar mi cuerpo, 

hoy estaría inmerso en la vida. 

Pero, el eco de las voces, ocupan los vacíos que dejan las distracciones, 

empaquetando necesidades rutinarias, 

usurpando la presencia inefable de la vida.

Mi vida, 

acumulada y empaquetada, 

en la fuerza del miedo,  que ha cortado las alas de mis sentidos.

Añorando hoy:
Las tierras mojadas que no he vuelto a sentir, 

por llenarme de pieles extranjeras; 

Por esos vientos que purifican mis ideas, 

no las he vuelto a escuchar, 

mientras aúllan entre la seguridad de la comodidad. 

Siendo yo, vulnerable en mi propio limbo;

 Anhelo enfermarme, por el lodo de la tierra, para depurar mi cuerpo, 

con la misma esencia que se ha edificado mi heredad;  

Añoro, 

quemarme bajo el sol, para sentir el abrazo del irresistible.

¿Quién puedo ser yo? 

Para querer vivir, entre las ruedas de la FELICIDAD, 

si todos van en la calle de la INOCENCIA, 

donde existen rutas de vida, escritas por otros que no las viven; 

Para encontrar un paraíso de alimentos sin esencia; 

Un mar de oportunidades momentáneas; 

Una plataforma de comodidad, 
que absorben las razones del tiempo;

 Mientras se debaten ideas sobre el pasado,

 cuando el futuro le pertenece a las máquinas.

Sin consultar, 

aspiro a un FUTURO, 

donde prevalezcan los pequeños detalles de la vida; 

Para sentir el dolor de la vejez, 

como  recompensa de haber vivido, en las alturas del supremo; 

Para ver caer mis cabellos, 

por los azotes de las lluvias  que deje caer sobre mi frente, 
durante las caminatas, por el desierto de una vida distinta y rebelde,

 a un sistema dibujado, 

por alguien que le tenía miedo a vivir, 

asumiendo que la soledad no era su mejor compañía.

¡Quiero FELICIDAD!