¡El camino de Bitz! Parte 4

¡El camino de Bitz! Parte 4


Con una idea en el pensamiento, cual debe de ser mi vocación, porque no quiero regresar a otra sesión como está, debo de definir, porque era importante para mí, tomar una decisión, considerando que debía asumir la responsabilidad  de mi vida. Descendiendo de las gradas del Templo, pude apreciar como descendía el sol, mientras tomaba una mapa, para decidir porque ruta seguir, el camino más rápido para llegar a mi pueblo, opte por una ruta distinta, deseaba ver algo nuevo, un elemento o una señal que pudiera orientar mi decisión.

En la calle que decidí navegar, una casa colorida me llamo la atención, eran tan colorida que me hizo verla y sentirla, tan fuerte fue la impresión que decidí entrar en ella, sin darme cuenta, tenía en frente una dama, vestida con su traje multicolor, con un tono de voz suave, me pregunto si necesitaba algo, para lo que respondí – solo he querido observar – ella respondió. Que alegre, desde hace tiempo, nadie se había tomado tiempo ver nuestra casa, a pesar que todos los días le cambiamos de color - ¡Todos los días exclame¡ Si me contesto, como puede ser posible que existan personas que tengan el deseo de pintar todos los días, luego me indico que en la parte superior, había un cuarto, lleno de fotografías que mantienen el recuerdo de los distintos colores en que se ha pintado la casa, sobre todos los cuadrados en la parte norte, había una frase que decía – Los días son distintos, como distintos son los caminos que conducen a la felicidad, nuestra responsabilidad es vivir días distintos, en caminos distintos – un frase que incomodo lo que el guía me había enseñado. Con un sonrisa en el labio, la dama me indico si deseaba tomar algún te, a lo que le conteste que si – Ella corriendo salió hacia un campo, donde tenían plantado una variedad de plantas, al regresar traía muchas de ellas, distintas texturas, colores y olores, sin haberme consultado que era lo que yo necesitaba, al regresar del campo, me indico que debía irme a sentar, para esperar que esté listo el Té – En cuestión de minutos llego, con una tasa grande de barro, llena de un aromático Té, le dije – no te pedí de este sabor, ella respondió, deja que la vida te sorprenda, en la tierra existe abundancia, no te acostumbres a ser rígido, al final la vida es la suma de experiencias, entre más pruebas, más libres y feliz serás.
En aquella tarde, la vida se me hizo una locura, había aprendido inicialmente 4 caminos, ahora resulta que existen más caminos – Tendrá alguna lógica esta contradicción.

Entres mis dudas, el tiempo consumió la tarde, aun me quedaba un largo camino, me despedí de la dama, ella muy amable me despidió, estaba tan aturdido en mis pensamientos que se me olvido pagar lo que había consumido.

Al llegar a mi pueblo, mi perspectiva de la vida había cambiado totalmente, tenía más dudas que respuestas, pensé que iba ser fácil elegir el camino, sin embargo, mi curiosidad me llevo a la casa colorida. Ingresando a la casa, mis padres juntos con mis 3 hermanos, estaban sentados alrededor del fuego, comiendo los alimentos del día, con el semblante de felicidad y orgullo, mi padre me abrazo y me dio la bienvenida, estaba tan ansioso de saber mi decisión que se le olvido que debía comer, lo primero que me pregunto fue - ¿Cuál ha sido tu vocación? Con la dudas en mi corazón, solo le pude responder, estamos iniciando con las reuniones, hoy solo nos presentamos, aún queda otras jornadas que debemos asistir, para tener todos los elementos necesarios, para optar a nuestro camino, aunque por dentro, estaba más frustrado, porque el mundo lo había imagino, solo con lo que había aprendido, ahora que salí, me percate que el mundo es más que mis propios pensamientos.

Mi madre más preocupada, por mi alimentación, rápidamente me sirvió, terminando la noche, con la felicidad de mi padre, la paz de mi madre, la indiferencia de mis hermanos y con mis nuevas dudas.

Durante varios meses, mi padre siempre me llevo, para que pudiera perfeccionar, mi arte de hablar y afirmar en lo que él me enseño a creer, fueron momentos muy buenos, me sentía motivado a expresar todo lo que mi boca podía decir, tomaba con propiedad cada letra que leí del libro de la vida, tenía esa sensación que podía encontrar mi vocación, sin embargo, esa casa colorida y la frase que en ella leí, me dejo reflexivo. 




Comentarios

Entradas populares