¡CARTA DE UN PADRE! No sabía escribir, pero mi corazón anhelaba escribirte, esperando que las letras escritas por un buen samaritano, sean realmente los suspiros de mi alma. Tenía 18 años cuando llegaste a mis brazos, en aquel momento no encontraba que hacer, ni siquiera llevaba cosas para abrigarte, gracias mi madre que se ocupó de tus primeros cuidados, mientras tu mamá se recuperaba. Los años pasaron como el viento, sin que tenga recuerdos de momentos que haya compartido contigo, solamente las noches que te veía dormir después de mis jornadas de trabajo, no te pude leerte una historia, porque nunca conocí las letras. Pero, el momento más difícil de mi vida, fue cuando llegaste al trabajo, ya eras más alto que yo, luego escuche tu voz, diciéndome papá, fue tan impactante para mí, como puede ser posible que el trabajo no me permitió verte crecer. Llevabas el atol de la mañana, realmente fue una sorpresa para mí, que no encontraba que decirte, porque siempre tu mamá lleg...
Guatemalteco, Maya K'ich'e.